He ido a Monzalbarba en coche y de allí he vuelto andando hasta Zaragoza dando un gran rodeo: he ido hacia Alfocea y al cruzar el Ebro, he torcido a la derecha, por una hermosa senda junto al río, llegando al Galacho de Juslibol, y allí he subido a la cresta de los farallones y bordeándola he llegado a Juslibol. De allí andando hasta casa.
Camino por el soto. |
El Ebro. |
En el camino he podido observar que ya están los árboles frutales en flor y muchas plantitas también: las malvas, las amapolas, las hilvianas… Y se oyen los hermosos trinos de los pajarillos.
Por la orilla del río, en el bosque de ribera, se aprecian muchos árboles rotos y derribados por los fuertes vientos de este invierno. Casi parece que ha pasado un dinosaurio, o un gigante enfadado. Durante el trayecto busco huellas, como si fuera un explorador indio. Me gusta descubrir las pisadas de animales y reconocer que especie es…, o el paso de caballos.
Los álamos son árboles majestuosos, preciosos.
A algunas personas les da miedo caminar solos por estos bosques, a mí me da paz y alegría… Llegando a Juslibol, veo una pintada: “ El que no quiere ganar ya ha perdido”. Al llegar al pueblo oigo los gritos de los niños jugando por las calles y huertos. Son tan hermosos y alegres como los trinos de los pájaros. Y de aquí a la gran ciudad gris.
Otro tramo de la senda. |
Árbol caido en el camino a modo de entrada triunfal. |
Ramas con líquenes. |
Paisaje cerca del galacho de Juslibol. |
Piedras del río. |
Montes del Castellar. |
La gran ciudad al fondo desde el Castellar. |
Flora extraña, chumberas cerca de juslibol. |
Acequia de Juslibol. |
El puente de Santiago en Zaragoza, el puente de los enamorados. |
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