Atando los fajos de espliego para ser transportados a la caldera. Foto I. Navarro |
Una dura jornada segando espliego. Foto I. Navarro |
Los fajos de transportaban a lomos de caballerías. Los más pudientes con carros. Foto I. Navarro |
El espliego se pesaba con una romana sostenida por dos personas. Foto I. Navarro |
Atizando el fuego por la boca de la caldera. Foto I. Navarro |
La caldera está preparada para su carga. Foto I. Navarro |
Las tuberías se deben sumergir en el agua para que enfríe el vapor y se convierta en esencia de espliego. Foto I. Navarro |
La caldera instalada y en la parte inferior la boca u horno donde se prende fuego. Foto I. Navarro |
Había que "cargar" la caldera, para ello, se echaba en espliego en su interior y se pisaba para que estuviese bien compactado. Foto I. Navarro |
Caldera de grandes dimensiones utilizada para destilar espliego, llamado también espligo o mota. Foto I. Navarro |
Cargando la caldera. Foto I. Navarro |
Una vez destilado y sirviéndose con una "vasija" o envase florentino y un envasador –embudo– se aprovechaba toda la esencia extraída de la cocción. Foto I. Navarro |
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