En nuestras localidades quedan muchos restos de la Guerra Civil de 1936, entre los cuales uno de los más curiosos es el aeródromo de Plenas.
Cuando se declara la guerra, en la Comarca sólo existía el aeródromo de Belchite, construido a finales de los años 20 del siglo XX, a cuatro kilómetros de la población y junto a la carretera de Escatrón. Era un aeródromo militar eventual o de socorro, con pista de tierra de 500 por 400 metros y en el centro del campo había una T como marca para el aterrizaje de día, pues de noche no tenía señal alguna. Había una caseta de albergue junto a la carretera. Se utilizó en pocas ocasiones. En diciembre de 1934 aterrizaron 12 aparatos al mando del jefe de expedición G.M. Cox para aprovisionarse de combustible.
Durante la guerra, al estabilizarse los frentes, se pensó crear infraestructuras de apoyo para la aviación, pues empezaba a intuirse la gran importancia que iba a tener en las batallas y con ese fin se construyen los aeródromos de Plenas y Lécera. Eran simples pistas de tierra formadas a partir de campos de cultivo en zonas muy llanas, eliminando los ribazos existentes. Junto a la pista se edifican barracones para tropas y casetas de mando. Finalizada la Guerra Civil las pistas se volvieron a convertir en campos de cultivo y las construcciones se usaron de parideras.
El aeródromo de Plenas está situado en la partida del Plano y se le conoce actualmente como “las casas rusas”. Fue construido a partir de 1937 con el trabajo de hombres, mujeres, niños y ancianos del pueblo, organizados en cuadrillas que subían a limpiar y preparar las pistas de aterrizaje, al mando de un miembro del Comité local de la Colectividad. Se construyó una carretera desde el pueblo al aeródromo y un puente sobre el río Santa María para el acceso de los camiones. También se levantaron una serie de edificaciones auxiliares, algunas de las cuales todavía quedan en pie, como una caseta de vigilancia al borde del Plano, desde la que se domina todo el valle del río y la localidad, con cuevas cercanas utilizadas para refugio antiaéreo y control del camino de acceso.
Junto a las pistas está la caseta de mando, que se conserva algo regular, y a unos cuantos metros se encuentra lo que fue el cuartel de la tropa, medio escondido en un talud del terreno, con refugios antiaéreos que aprovecharon las cuevas de antiguas parideras, y otras instalaciones como lavaderos, depósitos de agua, etcétera.
Cuando se declara la guerra, en la Comarca sólo existía el aeródromo de Belchite, construido a finales de los años 20 del siglo XX, a cuatro kilómetros de la población y junto a la carretera de Escatrón. Era un aeródromo militar eventual o de socorro, con pista de tierra de 500 por 400 metros y en el centro del campo había una T como marca para el aterrizaje de día, pues de noche no tenía señal alguna. Había una caseta de albergue junto a la carretera. Se utilizó en pocas ocasiones. En diciembre de 1934 aterrizaron 12 aparatos al mando del jefe de expedición G.M. Cox para aprovisionarse de combustible.
Durante la guerra, al estabilizarse los frentes, se pensó crear infraestructuras de apoyo para la aviación, pues empezaba a intuirse la gran importancia que iba a tener en las batallas y con ese fin se construyen los aeródromos de Plenas y Lécera. Eran simples pistas de tierra formadas a partir de campos de cultivo en zonas muy llanas, eliminando los ribazos existentes. Junto a la pista se edifican barracones para tropas y casetas de mando. Finalizada la Guerra Civil las pistas se volvieron a convertir en campos de cultivo y las construcciones se usaron de parideras.
Plano del campo de aviación de Plenas, 1-10-1938. Fuente Archivo Histórico del Ejército |
Barracón con cueva-refugio antiaéreo para la tropa del aeródromo de Plenas. Foto I. Navarro |
El aeródromo de Plenas está situado en la partida del Plano y se le conoce actualmente como “las casas rusas”. Fue construido a partir de 1937 con el trabajo de hombres, mujeres, niños y ancianos del pueblo, organizados en cuadrillas que subían a limpiar y preparar las pistas de aterrizaje, al mando de un miembro del Comité local de la Colectividad. Se construyó una carretera desde el pueblo al aeródromo y un puente sobre el río Santa María para el acceso de los camiones. También se levantaron una serie de edificaciones auxiliares, algunas de las cuales todavía quedan en pie, como una caseta de vigilancia al borde del Plano, desde la que se domina todo el valle del río y la localidad, con cuevas cercanas utilizadas para refugio antiaéreo y control del camino de acceso.
Junto a las pistas está la caseta de mando, que se conserva algo regular, y a unos cuantos metros se encuentra lo que fue el cuartel de la tropa, medio escondido en un talud del terreno, con refugios antiaéreos que aprovecharon las cuevas de antiguas parideras, y otras instalaciones como lavaderos, depósitos de agua, etcétera.
Cueva-refugio antiaéreo del aeródromo de Plenas Foto I. Navarro |
Durante toda la guerra sólo hubo un aterrizaje y sucedió poco antes de la caída de la localidad en poder de las tropas franquistas: una avión nacional hizo un aterrizaje forzoso por falta de combustible y el piloto fue inmediatamente detenido y llevado a Moyuela, donde se le encarceló. Poco después las tropas nacionales tomaban la comarca y el piloto era liberado.
Restos de la caseta de vigilancia del aeródromo de Plenas. Las construcciones fueron similares en los tres construidos en la Comarca. Foto I. Navarro |
En las cercanías hay un grupo de manantiales que configuran un curioso paraje conocido como Las Balsas, que parece un oasis, y que actualmente está algo abandonado pero cuidado y arreglado podría ser un encantador vergel.
El Plano, lugar donde estaba enclavado el aeródromo. Foto I. Navarro |
El otro aeródromo de la Comarca es el de Lécera, situado en la partida de Escudete. La pista estaba en Lécera y las dos casetas de mando en término municipal de Híjar (Teruel). Actualmente sólo queda una de las construcciones. Este aeródromo fue poco utilizado durante la guerra. El famoso piloto “Pintamantas”, de Fuendetodos, aterrizaba en la carretera de Letux cuando venía a Lécera a cargar munición.
Caseta de mando del aeródromo de Lécera. Foto I. Navarro |
La Comarca de Belchite cuenta con numerosos restos, lugares e hitos de singular interés de la época de la guerra civil que podrían ser puestos en valor y formar con ellos alguna ruta turística y cultural de gran interés (quedan lugares como el pueblo viejo de Belchite, trincheras, fortines, refugios, aeródromos, la arquitectura de regiones devastadas, etcétera).
Lugar y plano donde estaba el aeródromo de Belchite. Fuente: Ángel S. Tomás |
En otros lugares se cuidan estos vestigios de nuestra historia y los dan a conocer en proyectos culturales y turísticos, recibiendo numerosos visitantes, como sucede en Gandesa, donde hay un Centro de Estudios de la Batalla del Ebro, con interesante museo y rutas señaladas para visitar, y subsedes en otras localidades cercanas como Vilalba dels Arcs, donde curiosamente hay abundante información sobre nuestra vecina localidad de Codo, pues allí tiene el museo y la sede el “Tercio Virgen de Montserrat” cuyos miembros defendieron la localidad de Codo durante la Guerra Civil. Recientemente (diciembre de 2005) se ha creado el programa “Amarga memoria” en torno a los restos de trincheras de la Guerra Civil existentes cerca de Alcubierre.
(Revista Al Sur del Ebro Nº 1. Autor: Ángel S. Tomas del Río, Comarca Campo de Belchite, Zaragoza, 2006)
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